El disparador: un libro que cuenta historias de asesinatos que se hacen realidad, como la franquicia de “Destino final”, en donde el espectador se entretiene viendo las muertes con mucho morbo. Cada muerte es cíclica, tiene un descanso, para volver a comenzar, sin sorpresas. El conjunto de escenas que dirige André Øvredal es un deleite y apacigua la simplicidad de la trama ambientada concienzudamente en los sesenta, cuando no había tanta tecnología y formas de socorrer a estos adolescentes que se meten en problemas el día de Halloween.
La nueva producción comercial de Guillermo Del Toro está basada en el libro de Alvin Schwartz, “Historias de miedo para contar en la oscuridad”, y es una fusión de géneros con personajes bien definidos, tales como la chica final, el gordo burlón, el flaco sexual, la rubia superficial y en vez del afroamericano, está el latino, en este caso mexicano, como lo es Del Toro, y este héroe no solo tiene que salvarse de morir por un ataque paranormal sino también superar la discriminación social. ¿Cuál será peor?
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