¿Cuál es la diferencia entre un asesino y un soldado si los dos matan? Es uno de los temas principales de "El Depredador", prototipo de películas fabricadas para incentivar a los jóvenes a alistarse a las guerras. Elaboran monólogos extensos de puro proselitismo político que terminan sacándote de la trama principal de la historia; retratan soldados como héroes, sin importar su condición humana, por el solo hecho de estar programados como máquinas hechas para matar. Por suerte, en esta cuarta entrega de la saga, no abundan este tipo de escenas, como en “El francotirador” (2014), por ejemplo, que fue altamente criticada durante su paso por el Oscar.
Aquí el director y coguionista, Shane Black, lo lleva siempre por el lado de la acción y los efectos especiales, por tanto cumple con su fin principal: Entretener. Sin embargo, hay una secuencia de escenas en donde el personaje de la investigadora (Olivia Munn) es humillada por su condición de mujer. Al despertar en una cama rodeada de hombres que no saben qué hacer con ella, ni cómo tratarla, fomenta la desigualdad entre los sexos. Es un paso atrás a lo que significa ser mujer hoy.
En la resolución se plantea la continuación de la saga: Con una elipsis, el soldado condecorado (Boyd Holbrook), observa el arma confiscada de los depredadores, y esto hace rápidamente alusión a “Venom” la nueva película de Marvel que se estrena en unos días, la cual tiene la misma temática.
Lo mejor de la película es la música del experimentado compositor inglés Henry Jackman, conocido por sus hits como Kong: La isla Calavera, X-Men: primera generación, entre otros, quien piensa que las películas de acción sin música podrían funcionar como una comedia, también. ¿Ustedes qué piensan?
No hay comentarios.:
Publicar un comentario