Mini crítica: Venom


Sony incursiona en el mundo Marvel y apuesta por Tom Hardy, uno de los actores más sexys del cine. Acostumbrado a hacer papeles rudos y extravagantes, en películas exitosas y de grandes estudios, como, “Bane” en El caballero oscuro: La leyenda renace o “Max” en Mad Max: Fury Road. Hardy es el periodista fracasado Eddie Brock perseguido por un parásito alienígena llamado Venom, quien es compatible con él, y toma posesión de su cuerpo para poder sobrevivir en nuestro planeta. Para Hardy fue como representar un enfermo mental, de lo que entiende un poco al haber tenido problemas de salud propios del ser adicto.

En el cómic, Venom es el villano de Spiderman, quien tras acordar una tregua con él, se instala en San Francisco y debe enfrentar a cinco simbiontes como él: Scream, Phage, Lasher, Agony y Riot. En esta primera parte aparece Riot, quien entra al cuerpo de Carlton Drake (Riz Ahmed), el creador de Fundación Vida, para enfrentar a la dupla Venom-Brock. Aquí los malos son más malos. Eddie Brock se transforma en un ser inescrupuloso, malvado cuando se fusiona con Venom. En cambio, en la película sigue siendo tal como es, un perdedor. Y esto no es un tema de dirección, sino de guion. Incluso Venom le confiesa ser tan perdedor como él en su planeta. Pues el director de “Bienvenidos a Zombieland”, Ruben Fleischner, entra en la sátira y la comedia, y Venom pierde su fortaleza. Llega a vencer al villano por un tema de guion, más que por su naturaleza misma. Incluso cuando toma la decisión de quedarse a vivir entre los humanos, es muy simple y volátil. No se construye ese cambio radical. Trabajan más sobre el significado de “We are Venom”, quiere decir la relación de amistad entre Venom y Brock, en vez de crear un conflicto feroz con sus antagonistas Riot y Drake, y eso es un gran error en una historia de superhéroes.

Quizás, por eso el espectador no logre conectar narrativamente en la pelea final y se logre diferenciar el lado del bien y el mal. Visualmente tampoco se diferencian los monstruos. Nos dejamos llevar por la música, la edición de sonido, los efectos especiales, entre otros artilugios del cine que hacen crecer la escena más de lo que realmente significa dentro la historia. Pero para el público acostumbrado a ver películas comerciales el mensaje de Venom es esperanzador. Si algún día los extraterrestres llegan a venir a nuestro planeta, pues es posible que sean nuestros amigos, tal como lo plantea “E.T.”. Solo que esta vez tendremos que ser compatibles. ¿Ustedes que piensan?











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